domingo, 4 de octubre de 2009

noches de humo . . .

Era una noche como tantas de fiesta. A darlo todo, a comernos el mundo. Tan locos y tan ciegos. Tan increíblemente felices. Llorar de alegría y morir de pena. Todo a la vez. Y subir y bajar, que esa noche nos la queríamos pegar. Y sin parar de reír , sin parar de sacar todo lo que teníamos adentro. Una noche en la que vivir, en la que arriesgar. Una noche para perdernos, para encontrarnos. Sin parar de bailar, sin parar de gritar… nosotros. Locos y cuerdos. Ciegos. Vivos. Y al amanecer nos encontró la luna . . .

8 comentarios:

  1. b a b i l o n i a , noches de humo...

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  2. Sea de noche o de día, lo importante es estar y sentirse vivo.

    Un abrazo grande

    lara tiene alas

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  3. Y nos dieron las diez y las once, las doce la una y las dos y las tres... y desnudos al amanecer nos encontró la luna...

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  4. Lo echo de menos, no digo yo que no, pero la pereza me puede... las resacas son cada día mas duras...

    Besicos

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  5. Qué buena mezcla, Sabina y las noches de humo que duran tantas horas que perdemos la cuenta.
    :)
    Besos!

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  6. Esas noches son geniales :) para cuándo la próxima?

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  7. las noches de humo... el viento se las lleva por la mañana, dejando solo el vago recuerdo de algo parecido a la felicidad...

    salutacions!!

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  8. La luna siempre nos encuentra. Lo chévere es que siempre lo hace con sigilo.
    Me gusta tu blog, Mariona.
    Saludos.

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