lunes, 28 de septiembre de 2009

va-lien-te

Me da igual si jugamos a las damas o al ajedrez, si mi alfil mata a tu torre o viceversa, porque yo no pienso salir del tablero, no quiero dejarlo estar. Me da igual si te equivocas con las reglas y haces trampas, si me lo pones muy difícil en la jugada final y haces el amago de irte, si no te juegas el alma aunque yo lo haga. Me da igual ser un peón, ser pequeña, ser tonta, estúpida y miserable. . . Y te equivocas, yo, a diferencia de ti, siempre tuve muy claro que tenía que apostar al dos de corazones… Y ahora juega va-lien-te, juega… ya no puedes irte…

martes, 22 de septiembre de 2009

autopistas . . .

Autopista a toda velocidad, mis cabellos al viento. Tu risa y mi risa al mismo compás, en un mismo espacio, con la misma palabra y esa sonrisa. Nuestra highway to hell, la autopista de la vida y la muerte, la autopista de la perdición y la autopista de encontrar(nos). Allí donde solíamos gritar, donde te perdí, donde te vi y me vi, donde nos convertimos en nosotros. Y la recorremos juntos, brazo con brazo y dos manos, dos corazones que laten afines, al mismo tiempo, simultáneos. Y yo pierdo el control... pierdo el control y me dejo llevar . . .

domingo, 13 de septiembre de 2009

lenta agonía .

- Me muero.. de pena, de tristeza, de no saber. Me muero por los días que no tendré, por los besos que no daré. Me muero por ti, por tus desaires, por tus palabras rotas. Me muero por nosotros, por construir lo que tú destrozas. Me muero por una palabra tuya, un día, una mirada. Y me muero por que me quieras, por que me digas lo que quiero oír. Pero tú no lo haces, no lo dices nunca y no puedo mas. Y me voy, me voy a ninguna parte porque ya no aguanto. Estoy triste, estoy cansada,estoy enferma y estoy rota. Estoy harta y me voy.

- ( Cierra la puerta al salir . . . )

lunes, 7 de septiembre de 2009

bailarinas .

Ellas jugaban con el equilibrio, sometían sus cuerpos a la mas estricta dictadura. Sabían recomponerse justo antes de romperse, convertían la delgadez en deporte nacional. Y nunca dejaban de comportarse cual bailarinas sin zapatos, cautelosas, siguiendo un ritmo invisible. Hasta los huesos, hasta caerse enteras, hasta no poder mas. Jugando con el joker y la muerte día a día. Porque ya no les daba miedo, habían estado tan cerca que ya no les daba miedo. Ellas, niñas sin muñecas, dulces espectros de lo que habían sido. Sombras, pedazos. Y por supuesto todas se acordaban de cómo habían empezado, de lo facil que había sido. Y de ese equilibrio que cada vez era mas imposible, de esas manos cada vez mas pequeñas. Justo ahora y solo ahora empezaban a comprender que el juego era para siempre, que no se podía volver atrás. . .