Y de repente,te convertiste en la mas grande mis aspiraciones. Y poquito a poco me fui olvidando de mí. Tanto que ya solo tenía ojos para ti. Y te pensaba todos los minutos libres del día. Demasiado. Hasta que se convirtió en obsesión. Me perseguías por las noches, girabas todas las esquinas por las que yo iba. Y me conocías los rincones,me contabas las pecas y me marcabas los lunares en un mapa del tesoro invisible,infinito. Sin cortes. Y me decías yo te conozco… y eres mía.Y yo empecé a tener miedo. Quizás no me gustaba tanto ser un hilo. Quizás necesitaba algo nuevo. Ya sabes que nunca me gustaron los quizás con S. Y empecé a correr,a correr a la desesperada, a buscar una salida que no existía… y me di cuenta que para siempre era mucho tiempo . . .
llora ahora y ríe luego...
ResponderEliminary el que ríe el último, ríe mejor.
ResponderEliminarPara siempre...en efecto, es mucho tiempo.
Dedicar sólo el tiempo necesario a las cosas, y sin son obsesiones, con mucha más razón.
Un besito Petite.
...uffffffff
ResponderEliminaraysss que obsesión teneis todas con los quizá (con s o sin ella)...
ResponderEliminarPara siempre, nunca, todo, nada...
ResponderEliminarLas generalizaciones son necesarias, pero solo a veces.
Olvidarse de uno mismo, y tener ojos solo para el otro, irremediablemente es un error. Un día te puedes dar cuenta de que ya nadie se acuerda de tí.
Ni si quiera tú mismo.
A veces las obesiones dan miedo
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