domingo, 7 de marzo de 2010
la Barcelona de nuestras vidas .
Y mientras, tú me invitabas a beberte el alma a sorbos. A tragar mercurio y a escupir fuego. A saber lo que era quererte de verdad. Tú y tus miedos al lado de ese dragón en el Park Güell, en esa Barcelona embrujada que tanto conocíamos y, a la vez, nos seguía pareciendo una gran desconocida. La que nos había visto nacer y escondernos, mirarnos muertos de ganas y besarnos detrás de un biombo. Engullir esa dosis mortal de cicuta que nos iba a llevar al mas doloroso de los infiernos, el de morir lentamente por y para el amor. Sabíamos que nos quedaba poco y nos devorábamos con avidez. Con la ansia de los que se pierden y no pueden hacer nada por pararlo.
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Volví.
ResponderEliminarHello.
:) Bienvenida (de nuevo) petita.
ResponderEliminarQuiero comerme Barcelona este verano de la mano de una que yo me sé...
porque no os quedaba casi tiempo, pero no importaba, os deborábais las almas.
ResponderEliminarQuiero ver Barcelona desde allí, prométeme que estarás a mi lado entonces :)
Qué bien saben los besos cuando se dan con esas ganas... como si se fuese a acabar el mundo... para que perduren siempre en el recuerdo así, tan impresionantes... ^^
ResponderEliminarun muaa,
este año estuve en barcelona... quiero volver otra vez!!!
ResponderEliminarPues... hola. xD
ResponderEliminarCon la ingrávida impetuosidad que proporciona el no ser ni el sentir más que lo deseado...
ResponderEliminarPrefería no tener que hacerlo pero me identifico con la melancolía de tu entrada, la despedida es una ciencia, un acecho de los recuerdos que hacen emboscadas en los lugares más banales. Hay al menos dos formas de perderse, la que mencionas y la que sucede con el tiempo, y ya he vivido las dos.
ResponderEliminarUn beso
La Barcelona que te bebiste quizá ya no esté, o le queda poco de vida... así que disfrútala!
ResponderEliminarBesicos
Entre el mercurio y la cicuta vas a tener que tomarte un omeprazol, madre mia, fijate yo solo he estado una vez en Barcelona y me encantó, sería la compañia...
ResponderEliminarBesos.
pedazo vacaciones que te has pegado eme.
ResponderEliminarun buen sitio donde gastarse una vida, barcelona.
y una buena muerte, la de por amor.
Barcelona
ResponderEliminarAyer vi tu llamada perdida..
Siempre he sido un amante de ir contra el tiempo, de retarle, y con el amor de por medio más.
ResponderEliminarBesos
muy bueno
ResponderEliminarporque hay cosas que se viven al límite,
ResponderEliminarcomo la pasión :-)
precioso
me he quedado enamorada de esa ciudad.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBarcelona tiene algo muy especial de lo que carecen muchas otras ciudades con más nombre... tienes muchas razón.
ResponderEliminar(por cierto, aunque esté muy bien, éste y el siguiente me gustan más que el último; pueden resultar, incluso, mucho más sensuales).
Un abrazo
Cuáles serán los mejores besos, los primeros esos que se dan con esa sensatez de no saber nada, o los últimos esos que se dan con la pasión del que ya lo sabe todo..? Yo creo que ambos y los que quedan por el medio también, son besos al fin y al cabo. Y es maravilloso comerse a besos, aunque eso vaya a terminar y no puedas hacer nada por ello...
ResponderEliminarP.D: un plácer leerte..! :)