domingo, 13 de junio de 2010
Deseos de cosas imposibles (segunda parte)
Quiero que me quieras como se quiere a lo eterno. Ahogándome. Que me conviertas en religión y no me lo digas pero me lo demuestres creyendo en mi a ciegas. Que me desees tanto que las ganas se me queden cortas y no me digas nada pero me lo enseñes todo. Quiero que absoluto no signifique nada. Que todo sea cualquiera cosa y que cualquier cosa sea ninguna. Sin mas. Beber de tu sed y soñar de tus sueños sin dejar de tenernos ganas al amanecer. Que tus puntos cardinales sean pecados y los míos pecadores para encontrarse en medio de la nada. Quiero dibujarte con ceras, colorearte de acuarela y al teminar sumergirte en el mar de mis deseos y que no te borres. Yo quiero creer. Yo quiero querer. Contigo. Conmigo. Nosotros.
Volvamos a empezar. Pongamos el marcador a zero. Ahora sí. Abre los ojos, abre los ojos, abre los ojos (. . . ) .
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