domingo, 31 de enero de 2010
carta a un hermano
Querido J,
Supongo que cuando esta carta te llegue te vas a sorprender. Verdad que no creías que fuera capaz de escribir? Pues ya puedes comprobar que sí, que sé escribir y que además no se me da tan mal. Siempre me trataste de paleto y, en el fondo, no era así. Bueno, todos hemos cometido errores.
Creo que si te mando esto es porque tengo ganas de contarte el mío. O las razones, almenos, que no se quede esto en silencio. Me mata el silencio. Aquí hay mucho y no solo a la hora de la siesta. Parece que las palabras que no decimos dejan de existir y así dan menos miedo. Es dura, la vida en estas cuatro paredes. Muy dura.
Al principio, quizás no me di cuenta, pero luego, luego todo fue yendo a peor.
La maté porque era mía. Tan mía como nunca lo había sido nadie. como un perro pero en persona. Quizás ella no llegó a saberlo, pero su futuro era permanecer conmigo. Nada mas. Las cosas grandes las dejamos para las personas que saben hacerlas, y lo que mejor se le daba era hacerme feliz. Le habría comprado una casa, un jardín, hasta la habría dejado tener el jodido perro que tanto pedía, que mas da . . . Pero no quiso. La muy hija de puta no quiso. Libertad pedía, J, libertad? Que mierdas es la libertad? No sirve de nada. Yo la ofrecía todo lo que podía querer. Sin mas. Y ella seguía dándome la vara con la patraña esa de la libertad. Traté de encerrarla pero no pude. Traté de golpearla pero tras los golpes siempre quería que la curaran. Quizás la odiaba, pero también la quería tanto que no habría podido soportar que nadie mas la hiciera daño. Solo yo la podía hacer daño.
Pero se fue, no la podía vigilar las 24 horas. Un día cogió y se fue. Y los cabrones de los verdes vinieron a buscarme a mi casa y me regalaron un puto papelito de que no podía ir a verla. Nunca mas. Pero como coño se entendía eso? Así que empecé a seguirla, quería ver todos sus pasos. Y un día la vi con ese tío. La muy cabrona. La que me escribía te quiero debajo de las notas. Y en ese momento, deseé matarla mas que nunca. Y el día llegó, yo, vestido de negro, en su portal. De noche. El cabrón la dejó en la esquina porque ella, como siempre, no quiso follar, puta frígida. Y la maté, 15 cuchilladas. En el suelo. Gimió. Pero estaba muerta. Estaba muerta y me iba a dejar en paz. Joder, que alivio. Matar me sentó de puta madre. Y aunque tenga que cargar el resto de mi vida con la culpa, sé que ese fue mi minuto de oro, el momento estelar del prime time de mi vida.
Y así fue la historia.
Ahora, me voy a tener que comer la carta, porque realmente no te la puedo mandar. Tengo demasiado que no contar. Pero ya te lo he dicho, que yo no voy a hablar con la policía de nada. Demasiado habló la zorra esa. La que me jodió la puta vida.
Tu hermano que te quiere.
miércoles, 27 de enero de 2010
hastío .
A veces llega un punto en el que no puedes mas. Necesitas parar. Rebobinar. Lo que sea, pero no puedes seguir. No es simple cansancio, es hastío. Hastío de saber que tu vida siempre será una colección de reveses sin fin. Que cuando por fin consigues levantarte viene una pelota por detrás y te tira al suelo sin avisar. Y que cuando te ríes, te da por mirar al otro lado y ves todo lo triste y entonces necesitas ponerte a llorar. Que realmente no olvidas, y no te abstraes, y tu vida se convierte en una serie de días en los que intentas no pensar en lo que te hace daño. Pero no puedes. No puedes porque las cosas malas se han convertido en una especie de gusano que te va comiendo por dentro. Y es imparable, como todas las cosas que no nos gustan. Tanto que al final llega al último rinconcito de tu alegría y entonces te preguntas.. que coño hago yo aquí? Simplemente eso. Sentirse tan perdida, y a la vez, tan pequeña. Y duele tanto que no puedes respirar, tanto que crees que no podrás aguantar. Y ahora mismo creo que se me ha partido el corazón. Si ves la otra mitad, avisa.
domingo, 24 de enero de 2010
el primer encuentro .
Y de repente, dejó caer su vestido mostrándose a si misma en cuerpo y alma. Delante de mí. Desnuda. Con esa sonrisa. Y esos ojos. Esos ojos que me volvían loco y por los que habría matado a cualquiera. Ella. Sin miedo, sin ataduras, sin nada que olvidar. Ella. Mi niña, mi sueño, todo lo que siempre había querido. Por un momento me sentí morir, y, a la vez, mas vivo que nunca. No puedo explicarlo, pero tenía tantas ganas que temí romperla. No sé como decirlo, pero la quería tanto que creí que me iba a estallar el corazón en mil pedazos. Nunca había sentido nada tan fuerte, y me sorprendió la intensidad de mis latidos, el temblor de mis manos y el rictus de mi sonrisa. Tenía diecisiete años y la vida en los labios.
jueves, 21 de enero de 2010
Andrea.
Andrea tiene solo 15 años y desprende sexualidad por todos lados. Su mirada fresca y su sonrisa de niña contrastan con la mujer fatal que lleva dentro. Pero no de las de saldo y esquina, no, mujer fatal de la que te enamorarías y nunca dejarías. De la que te da el corazón un vuelco. A la que le seguirías comprando flores a pesar de los años. Y con la que brindarías en todas las fiestas de guardar. Alguien de quien te sentirías orgulloso y guardarías como quien guarda pétalos de rosa. Ya sabes, una marca en la piel. Un tatuaje indeleble y invisible. Que ella estuvo aquí y se fue (o no). La veo pasar por la calle y sonrío. Ella no se va a equivocar como hice yo.
domingo, 17 de enero de 2010
distancias .
miércoles, 13 de enero de 2010
miedo y mentiras .
Me jode que la gente hable de lo que no sabe. Que chillen los ignorantes y se callen los sabios. Que la cultura de la calle se menosprecie y cuatro sabelotodos barbudos repelentes decidan lo que vamos a hacer el resto de nuestras vidas. Que una serie de pequeños pitufos decidan hacia donde va nuestro país. No me gusta cuando me intentan meter en un sitio en el que no quepo. Que me quieran ilusionar con peceras tamaño loft y me corten las alas para luego venderme unas de papel maché. Me decepcionan las personas que intentan convertirme en quien no soy, que me regalan purpurina para los ojos cuando en realidad quieren meterme mierda por la nariz. Me ponen nerviosa los puntos suspensivos, pero lo que mas me ataca son las dagas hechas palabras. Esas que se van clavando día a día en mi corazón. Me asustan los que buscan fantasmas por los rincones. La gente que se muere y no deja rastro. Que puedas huir a Suramérica y todo el mundo te olvide. Y que quizás mañana nadie me recuerde. Me da miedo ver que el mundo gira tan deprisa, y que yo ya no puedo escapar, que esto es un puto callejón sin salida.
lunes, 11 de enero de 2010
viaje al fondo de mis deseos .
Vuela como el viento, vamonos al sur, que mañana amanecemos en Formentera. Sácate la chaqueta y los guantes, que nos vamos a tostar al sol. Quizás no te acuerdas, pero ya hemos vivido allí muchos veranos, sin dejarnos a sol ni a sombra. Yo bebiendo de tu alma y tú sorbiéndome los sesos. Pero tú estate tranquila,que aquí no hemos venido a montar trincheras sino a dejarnos caer.Yo me dejo las armaduras en casa pero te pido a cambio que olvides tus temores. No tengas miedo, princesa, que no muerdo, si acaso, te chupo la sangre como un vil descendiente de un drácula venido a menos. Y no huyas, que por mucho que corras, yo siempre soy mas rápido. Aquí no hemos venido a jugar sino a echar el resto. A lo mejor no lo sabías, pero yo no soporto perder nada en lo que haya invertido tiempo, y tú te has ido convirtiendo en uno de mis fondos favoritos, de alto riesgo pero con múltiples beneficios. No tienes ni idea, pero eres mía desde el minuto cero, sino, como cojones iba yo a regalarte el corazón? Yo no doy nunca lo que no voy a recibir. Y quiero que sepas que la ruleta rusa es un juego de niños al lado de nosotros dos. Jamás había apostado tan fuerte por algo sabiendo que iba a perder.
jueves, 7 de enero de 2010
esquiar hacia arriba.
Quizás hoy he entendido el sentido de la canción. Solo quizás. Quizás hoy mientras el tren corría he entendido que hacía tiempo que los cosas no eran así. Puede que no sepa explicarme, pero todo ha empezado a cambiar. Y doy gracias. Ahora solo me puede ir mejor. Porque ya solo me queda esquiar hacia arriba, y es que cuando caes abajo, tan abajo que no te puedes mover, la única alternativa es seguir. Aunque te duelan las piernas, aunque te falten manos, aunque tengas que luchar contra mil tormentas. Y yo sigo... Sigo con todas las ganas del mundo.
domingo, 3 de enero de 2010
sexo oral .
… “Que te voy a hacer sentir como una puta de burdel y te va a gustar. Vas a gemir como una zorra que ha tenido su merecido. Y me vas a pedir mas, no vas a parar de pedirme mas a gritos. Porque sé que te gusta, joder sé que te gusta. Te encanta cuando te cojo por detrás y te la meto sin esperar. Porque sé que te pone mi impaciencia, como te muerdo los pezones y. . .” -
“ Ehh… Ana no está. Soy su madre. Si quieres dejarle un mensaje… eres Juan, no? “
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